miércoles, 23 de julio de 2008


Señoras....señores...., me voy de vacaciones. Después de un largo año de trabajo y con los agobios del calor haciendo mella en mi persona, me despido de vosotros hasta septiembre con la intención de que los días de merecido descanso me sirvan para volver con más ganas (o simplemente con ganas, porque ahora mismo estoy que no doy más).
Desde este mi "private universe", que diría Neil Finn, os doy las gracias a todos por este gran año en lo personal y espero que me podáis echar un cable a ver si a mi regreso me suben el sueldo jejejeje.
Por cierto, aprovecho la ocasión para recordaros que en septiembre tenemos fiestón a la vista con los cumples de David "el peruano", Patri y un servidor, así que haced acopio de fuerzas, porque no pienso permitir que nadie se pire a casa antes de que le deslumbren los primeros rayos de sol (uo ó ó).

Feliz verano a todos y todas

lunes, 14 de julio de 2008

De jefes de prensa y reporteros combativos


Bueno, punto y aparte al manido tema del Hospital de Móstoles. Los trabajadores han conseguido, diga lo que diga la dirección, echar a patadas al gerente, aunque evidentemente esto no es más que una maniobra de despiste y una huida hacia adelante de la consejería de nuestro "amigo" Güemes, que ya ha colocado en el sillón a una persona del mismo corte que su predecesor.

Sin embargo, no es mi intención hablar de esto aquí y ahora, que para eso ya tenéis El Buzón (diez centimos por cada click a la buchaca :P), sino comentar la situación valleinclanesca (por no repetir lo de esperpéntica, ¿valleinclanesca existe?) que vivimos el viernes pasado en la gerencia del hospital. Los allí presentes vivimos un episodio lamentable, en mi opinión, protagonizado por un fotografo "de la vieja escuela", como él mismo se autodefine, quien ni corto ni perezoso se marcó un speech reivindicativo ante los presentes totalmente indignado por no permitirle hacer uso de su cámara ante la atónita mirada de los que allí nos encontrábamos. Evidentemente la "petición" de los seguratas y de la jefa de prensa fue desacertada, pero el amigo reportero gráfico aprovechó la ocasión ante un público fácil para arrancar una gran ovación que, a mi al menos, me resulto vergonzosa.

La otra parte de la historia la protagonizó la jefa de prensa del hospital, la cual totalmente desbordada por la presencia "imprevista" de medios de comunicación nos deleitó con una frase con la que no me voy a cebar por respeto a Pablo :P.

Nuestra amiga, de quien en su descargo hay que decir que en otras ocasiones ha sido muy solícita, nos sorprendió a todos con un "os saludo porque es mi obligación" que nos dejó de piedra. Desde aquí un aviso a navegantes. Por favor, que nadie me salude ni me dé dos besos por obligación :P

jueves, 3 de julio de 2008

La cara amable

Bueno, digo yo que ya iba siendo hora de ser un poquito optimista y crear una entrada que haga cumplida justicia al nombre de este humilde blog. Así a botepronto parece complicado encontrar algo amable en esta sufrida profesión que nos ha tocado (maldita vocación) desempeñar. Para no hablar de salarios y horarios leoninos, y después de mencionar en un post anterior el mundo truculento de la censura previa, voy a detenerme en lo que, después de mucho meditar, considero que es lo verdaderamente amable de esta profesión.

Y no es otra cosa que los compañeros, sin pretender ponerme ñoño, los que sin duda ponen el toque de color a esta situación a la que nos vemos abocados nosotros, tan sentidos como "quejicas", periodistas locales.

Cuando llegué de vuelta a este mundillo hace poco más de dos años (abuelito dime tuuuuu) me sorprendió muy positivamente comprobar el grado de compañerismo existente en un sector que yo consideraba mucho más individualista y egoísta. Pero supongo que esas luchas intestinas por las exclusivas y las primicias pertenecen a esferas más elevadas, o al menos espero que así sea, porque realmente es gratificante como profesional poder contar con la ayuda (inestimable en muchos casos) de mis compañeros de otros medios.
La unión, gestada a base de cafés, cañas, cenas o borracheras (que espero sean muchas de aquí en adelante) nos hace fuertes frente a los gabinetes, los editores inquisidores y las presiones diarias, así que desde aquí, a todos los que me lean, gracias por todo y a seguir así de majetes.