lunes, 30 de junio de 2008

Motivos de un sentimiento


Uy, creo que así se llamaba el himno del Atleti del centenario compuesto por Sabina ¿no?. Bueno, es igual, en algún momento se ve tenía que el plumero jejeje. Este post va dedicado a la Selección española de fútbol, pero no por su incontestable victoria en un Europeo 44 años después, ni por los goles de Torres (que por cierto, era del Atleti :P) ni mucho menos por las paradas vitales de Casillas (Pablo, ¿no vas a hablar de la "calle de la madre que parió a Casillas?).

En esta ocasión, me gustaría plasmar aquí algo en lo que seguramente hayamos pensado todos alguna vez cuando nos hemos visto abrazados saltando de alegría y celebrando un gol de España con un "pepero" agarrado a la derecha, un "hippie comunista" colgado del brazo izquierdo y un "sociata" en la chepa (por aquello de la crisis, cada uno que lo interprete como quiera). Y es que está claro que este país, digan lo que digan los que mandan por obra y gracia de las papeletas blancas, está unido cuando hay que estarlo, aunque sea con algo tan superficial como un partido de fútbol. Ver a miles de chavalillos en la barcelonesa fuente de Canaletas cantando "Yo soy español" o ver la cantidad de gente de puntos muy dispares del país gritando al unísono "España España" seguro que a más de uno en Génova le hizo llorar o le provocó erecciones incontroladas. A mí, personalmente, me provocó sensaciones contradictorias, más que nada porque no acabo de entender la intención manifiesta de un partido político de apoderarse de un símbolo que nos pertenece a todos como es la "rojigualda".

Y ojo, que lo digo desde el punto de vista del prejuicioso que ha pasado de vivir en Getafe a residir en el Barrio de Salamanca, y que no soporta ver la ostentación que se hace de los colores de España, siempre con una intención partidista y peyorativa.
Tengo la sensación de que sólo en estas ocasiones uno puede vestirse de rojo y amarillo sin que le tachen de fascista, pepero o falangista, y da pena ver cómo unos pocos se han terminado cargando una simbología que en otros países es motivo de orgullo patrio.
De cualquier forma, y sin que sirva de precedente, ayer todos nos sentimos españoles de pro y más unidos que nunca. Si esto es pan y circo, que vivan el pan y el circo señores. ¡Aúpa España!

jueves, 26 de junio de 2008

La huida de un consejero


El martes pasado los periodistas desplazados a Móstoles para cubrir la visita del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes (a la sazón el político más atractivo de España según una encuesta de El Mundo) al hospital de la localidad nos llevamos una más que desagradable sorpresa.
Para empezar, el señor consejero se presentó casi una hora tarde a la cita, quizá alertado por el recibimiento que le esperaba o quizá única y exclusivamente por mala educación. El caso es que la veintena de medios desplazados hasta el lugar tuvimos que armarnos de paciencia y soportar un sol de justicia para escuchar, en una primera "intervención-canutazo" una retahíla de sandeces a las que, por cierto, nos tiene bastante habituados el señor Güemes.

Pero lo sorprendente (más aún que el hecho de que un consejero de la Comunidad de Madrid pronuncie "tamién" en lugar de "también") ocurrió cuando la comitiva, con alcalde Bicentenario incluida, accedió al interior del recinto para un acto conmemorativo que se había de celebrar en el salón de actos. El ensordecedor ruido de los pitos, los gritos, las proclamas y las protestas de más de 200 trabajadores en contra de la gestión del Gobierno regional en materia de sanidad fue respondido por el consejero y por su séquito con una pasmosa indiferencia, aludiendo posteriormente a que los allí congregados no representan a los trabajadores de la sanidad pública, sino a intereses partiditas de PSOE, UGT, CC OO etc etc etc….

Quizá detrás de la exaltación de los profesionales de la sanidad pública se puedan esconder intereses partidistas, no lo vamos a descartar, pero evidentemente la Comunidad de Madrid debería pararse a pensar en qué está haciendo mal. O quizá tampoco le interese a la buena de Esperanza Aguirre, más ocupada y preocupada en tirarle los trastos a la cabeza a Rajoy….
En definitiva, la huida de Güemes escoltado por sus guardaespaldas y ayudado por el cordón policial que pretendía aislar a la enfervorecida masa (entre la cual, por cierto, nos quedamos atrapados algunos compañeros) dejó una imagen bastante lamentable de un político que se debe a sus votantes y, sobre todo, a aquellos profesionales a los que representa o debería representar. Güemes tuvo miedo, y ya a salvo de la presión volvió a arremeter contra oposición y sindicatos relacionando sin sentido los hechos "luctuosos" vividos momentos antes con la crisis económica de la que, por supuesto, el PSOE es el máximo responsable.

Por cierto, si alguien estuvo en la inauguración del Hospital de Parla, que me explique por qué Juan José Güemes se acercó a charlar con los policías locales que se manifestaban contra Tomás Gómez y no se acerca a debatir con el mismo "talante" con aquellos críticos con su trabajo.

lunes, 16 de junio de 2008

Censura previa


Ya tenía ganas de tratar este tema a colación de lo escrito por Pablo días atrás. Nos "enseñan" en la facultad entre partida de mus y kalimotxada a pelear por la objetividad y a huir de los condicionantes externos, eso sí, siempre con la línea editorial del medio en cuestión en el horizonte. Pero de repente te topas con gabinetes y con concejales que utilizan su "influencia" mal entendida (normalmente en forma de publicidad o ausencia de ella) para dirigir directa o indirectamente una determinada información, y tienes que hacer frente a llamadas de reproche en las que tienes que escuchar lindezas como "ese titular da lugar a equívoco" o "yo solo te llamo para darte mi opinión". Y ojo, que encima hay que estar agradecido porque esa llamada te la hagan a ti directamente y no se pongan en contacto con tu director sin pasar por la casilla de salida. Es realmente frustrante como periodista trabajar en algo que ves con nitidez y que tienes que edulcorar para evitar las famosas llamadas.


El tema en cuestion es la muerte de un joven marroquí hace unos días en Fuenlabrada y la movida posterior con el problema de la licencia del bar donde fue apuñalado. La versión del Ayuntamiento hace aguas se mire por donde se mire, pero hay que tratar el tema con delicadeza no ya porque una muerte violenta, y además de una persona inmigrante, sea delicada de por sí, sino por evitar problemas con los mencionados gabinetes y concejales. Que alguien me diga por dios si ese titular es tendencioso o da lugar a equívocos, y si merece una llamada de reprimenda como la que tuve que soportar. Señores, eso se llama censura y es más propio de la época en la que un hombre con bigote inauguraba pantanos y se lucía en el NO-DO. Yo, por mi parte, no tengo más opción que someterme a lo que impone mi medio, aunque me tenga que morder la lengua y aunque reniegue de esta profesión devaluada y prostituida hasta límites insospechados.

viernes, 13 de junio de 2008

Para empezar, una de agudeza visual...

Para los que no les conozcan (que serán pocos), este personaje es Rafael Gómez Montoya, a la sazón alcalde de Leganés por la gracia de Dios (o de Simancas, que en paz descanse). No tengo el gusto de conocerle personalmente, pero este blog tampoco trata de eso, así que voy a pediros que observeis con atención la imagen y la memoriceis.....









No me negareis que el parecido es, cuanto menos, curioso.....
¿Estará planeando Montoya dominar la Tierra aprovechando el trampolín que supone la Alcaldía de Leganés? ¿Tendrá en mente el ínclito regidor crear su propio "miniyo" y someter a sus detractores al yugo de su poder maligno?. Todo un misterio...

jueves, 12 de junio de 2008

¡Que corra el champagne!


Amigos y amigas, lectores todos:


Me llena de orgullo y satisfacción dar por inaugurado mi blog, que con la edad que uno tiene ya iba siendo hora. Desde este espacio trataré de dar un punto de vista distinto (arriba la originalidad) a los avatares diarios a los que nos vemos abocados los periodistas locales en el sur de Madrid, así como a cualquier otra cosilla que me ronde y que, si el tiempo y el estres me lo permiten, crea conveniente compartir con todos ustedes.


Sin más dilación, que comiencen los juegos....