domingo, 16 de noviembre de 2008

Vivienda ¿digna?


Bueno, al final no me he podido resistir y he sucumbido a la gran noticia del momento en el sur de Madrid (gracias Pablo, por tu culpa se me quemó el arroz el sábado). La controvertida "movida" generada por el famoso Pocero de Fuenlabrada y, sobre todo, la actitud de 2.900 personas que no sólo se han tragado la promesa del bueno de Moreno, sino que además han pasado un verdadero calvario para adquirir un piso a precios "de ganga", ha generado una expectación tal que mucho me temo que provocará un efecto boomerang de dimensiones estratosféricas.

Por el bien de esas casi 3.000 almas cándidas y por el del propio Pocero, espero que la cosa salga adelante, porque si no "aquí van a haber ondondas de hostias", que decía aquel. Sin embargo, a lo que viene este comentario es a tratar de comprender la motivación de una familia que decide pasar siete días y seis noches en una tienda de campaña por un simple acto de fé.

Muy clara tiene que tener el bueno de Moreno la situación para arriesgarse a convocar una movilización histórica de estas características, lo cual arroja un cierto rayo de esperanza en estas familias. Pero lo que estas personas no saben o se niegan a saber es la situación real del suelo en los grandes municipios del sur de Madrid, lo que en otras palabras viene a decir que, o el Pocero se guarda un as en la manga, o muchos de los que han esperado una semana a la intemperie tendrán que elegir vivienda en Cogolludos de Arriba, Brazatortas o Narros de Matalayegua.

A mí con toda esta historia se me genera una duda razonable (o no). Si realmente es factible adquirir vivienda a estos precios, ¿cómo es posible que haya tenido que aparecer como caido del cielo un individuo como éste para abrirnos a todos los ojos? ¿Qué pensarán los grandes constructores? Y los Miami, ¿tendrán trabajo extra a partir de ahora?...

Si mañana este señor construye sus viviendas, seré el primero en caer rendido a sus pies. Mientras llega ese momento de humillación personal y periodística, sólo puedo compadecerme de la "ingenuidad" de sus fieles.

2 comentarios:

Made dijo...

Creo q nos sorprenderíamos si debajo de cada cartel del supermercado nos dijeran cuánto le costó a la cadena en cuestión hacere con el producto.

Así es todo; aunque creo q lo de los pisos se subió a la parra por el efecto "por encima del hombro". Todo el mundo miraba el precio del vecino y lo ponía, a la hora de vender el piso, por encima.

Y así estamos... Compuestos y sin piso!!

Anónimo dijo...

yujuuuuuuuuu!!! si al final vienen vamos!????????? :D