jueves, 26 de junio de 2008

La huida de un consejero


El martes pasado los periodistas desplazados a Móstoles para cubrir la visita del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes (a la sazón el político más atractivo de España según una encuesta de El Mundo) al hospital de la localidad nos llevamos una más que desagradable sorpresa.
Para empezar, el señor consejero se presentó casi una hora tarde a la cita, quizá alertado por el recibimiento que le esperaba o quizá única y exclusivamente por mala educación. El caso es que la veintena de medios desplazados hasta el lugar tuvimos que armarnos de paciencia y soportar un sol de justicia para escuchar, en una primera "intervención-canutazo" una retahíla de sandeces a las que, por cierto, nos tiene bastante habituados el señor Güemes.

Pero lo sorprendente (más aún que el hecho de que un consejero de la Comunidad de Madrid pronuncie "tamién" en lugar de "también") ocurrió cuando la comitiva, con alcalde Bicentenario incluida, accedió al interior del recinto para un acto conmemorativo que se había de celebrar en el salón de actos. El ensordecedor ruido de los pitos, los gritos, las proclamas y las protestas de más de 200 trabajadores en contra de la gestión del Gobierno regional en materia de sanidad fue respondido por el consejero y por su séquito con una pasmosa indiferencia, aludiendo posteriormente a que los allí congregados no representan a los trabajadores de la sanidad pública, sino a intereses partiditas de PSOE, UGT, CC OO etc etc etc….

Quizá detrás de la exaltación de los profesionales de la sanidad pública se puedan esconder intereses partidistas, no lo vamos a descartar, pero evidentemente la Comunidad de Madrid debería pararse a pensar en qué está haciendo mal. O quizá tampoco le interese a la buena de Esperanza Aguirre, más ocupada y preocupada en tirarle los trastos a la cabeza a Rajoy….
En definitiva, la huida de Güemes escoltado por sus guardaespaldas y ayudado por el cordón policial que pretendía aislar a la enfervorecida masa (entre la cual, por cierto, nos quedamos atrapados algunos compañeros) dejó una imagen bastante lamentable de un político que se debe a sus votantes y, sobre todo, a aquellos profesionales a los que representa o debería representar. Güemes tuvo miedo, y ya a salvo de la presión volvió a arremeter contra oposición y sindicatos relacionando sin sentido los hechos "luctuosos" vividos momentos antes con la crisis económica de la que, por supuesto, el PSOE es el máximo responsable.

Por cierto, si alguien estuvo en la inauguración del Hospital de Parla, que me explique por qué Juan José Güemes se acercó a charlar con los policías locales que se manifestaban contra Tomás Gómez y no se acerca a debatir con el mismo "talante" con aquellos críticos con su trabajo.

3 comentarios:

Made dijo...

A mi lo q más me llamó la atención es que cuando nos acercamos a preguntarle si tenía q decir algo tras la sonora pitada, agarrase a nuestra compañera por los hombros y fuera andando con ella agarrada por la calle mientras nos hacía las declaraciones.

A mí me resultó deagradable...

Patricia Rodríguez dijo...

Ainsss cómo está el equipo regional. Entre éste que huye y su jefa que hace de macarra y se encara al personal... A ver si se centran un poquito y miran por el interés de los madrileños.

Bea dijo...

Pero es que... ¿esperabais menos del principe de Shrek teñido con Grecian 2000?
Bea